Historia de Santa Coloma de Gramenet

Repaso histórico de la ciudad colomense

¿Conoces la historia de Santa Coloma de Gramenet?

​La historia de Santa Coloma en la edad media

La historia de Santa Coloma de Gramenet comenzó en la edad media, unos años ya antes del año 1000, momento en que se empieza la repoblación de la zona; de esta época se acostumbra a fechar un capitel románico toscamente cincelado cerca de la Iglesia Vieja que semeja indicar la existencia de un pequeño cenobio y pequeña iglesia que podría haber sido destruida en el año novecientos ochenta y cinco debido a la razia de Almanzor .

El en mil diecinueve se menciona la iglesia bajo la advocación de Santa Coloma en un pergamino de Ramon Berenguer I y, especialmente, con más precisión el Cartulario de Sant Cugat haciendo referencia al lugar de Gramenet era sufragánea de Santa María de Badalona.

El mil cincuenta y seis las dos fueron dadas por Ramon Berenguer y Almodis a la canónica de la catedral de Barcelona, con sus diezmos.

En la baja Edad Media Santa Coloma estaba formada por un conjunto de casas de mucho lujo cerca de la iglesia, ubicada cerca del río Besòs, había unos catorce o 15 caseríos o centros residenciales con explotaciones agrarias más importantes.

Ciertos se han conservado, como Torre Balldovina, Pero Carcereny, Torre Pallaresa, Pero Fonollar y Can Peixauet. Eran esenciales asimismo los molinos de harina en la orilla izquierda del río.

Como el sitio era una señoría perteneciente a la sede barcelonesa, no estuvo sujeto a las servidumbres feudales, si bien fueron adquiriendo importancia y prevalencia jerárquica algunas importantes casas, como Torre Pallaresa.


Esglesia


​Los canónigos, por último, cedieron Santa Coloma en la Pia Almoina, corporación que cobraba la mayor parte de los diezmos. Por otra parte, los derechos que tenían los Montcada sobre Santa Coloma, asimismo sobre Badalona, Tiana y Alella, pasaron en mil doscientos veinticinco a Ramón de Plegamans, que en mil doscientos cuarenta dejó en testamento a la catedral de Barcelona.

La población fue considerada pueblo foráneo del territorio de la ciudad de Barcelona, eso le trajo muchas franquicias mas asimismo obligaciones: por servirnos de un ejemplo, contribuyó a nivel económico a la construcción de las murallas.

Además, el Consejo de Ciento demandó las esclusas que Santa Coloma había hecho el Besòs para encaminar las aguas cara los molinos.

La historia de Santa Coloma de Gramenet en la edad moderna

La cercanía de la población en el monasterio de San Jerónimo de la Murtra hizo más conocida la población a lo largo del siglo XV. A lo largo de la guerra civil catalana contra Juan II, hubo una importante batalla en Torre Balldovina el año mil cuatrocientos setenta y uno.

Fray Aixelà, miembro de la Murtra relata que mientras que hubo las revueltas remensas, en la localidad se generaron saqueos, incendios y persecuciones.

Por otra parte, el clima más sano de la zona sirvió muchas veces como cobijo de las epidemias que se sucedían en la capital: el mil quinientos ochenta y nueve, el Consulado de Mar se refugió en Santa Coloma.

Sin embargo, la población sí padeció algunos trastornos negativos durante esta época: el alojamiento de tropas castellanas en el siglo XVII, que cometieron excesos; la guerra de Separación, que terminó con represalias por haber actuado contra el ejército real; y, asimismo, el pueblo se levantó y desarmar los tercios castellanos del sector a lo largo de la guerra de Liga de Augsburgo, el mil seiscientos ochenta y nueve.

A pesar de ello, la población alcanzó aumentando y se hicieron mejoras en el sector agrario: se hicieron nuevas plantaciones de viñedo, se deshidrataron humedales y el incremento de la huerta favoreció la aparición de lavaderos y balsas para riego, al tiempo que aumentaron las concesiones de riego a través del Rec Comtal.

Mientras duró el bloqueo y asedio de Barcelona durante la guerra de Sucesión, hasta 1714, va comportando el desembarco y ocupación de casas en los pueblos foráneos.

A fines del siglo XIX múltiples familias de la burguesía barcelonesa pusieron de tendencia veranear en Santa Coloma: uno de los vanguardistas fue el historiador Ferran de Sagarra, propietario de la Torre Balldovina y padre del insigne poeta Josep Maria de Sagarra.

Torre Santa Coloma


El entorno geográfico, el tiempo y la proximidad a la gran ciudad facilitaron esta migración que se repetía todos los años entre los meses de junio y septiembre.

Los señores adquirieron terrenos y edificaron sus casas de recreo que embellecieron la fisonomía del pueblo. Las nuevas construcciones se reunieron rodeando el núcleo originario de la villa.

Ciertas de estas fincas desaparecieron en la efervescencia especulativa de la década de los sesenta (cánido Gordi, perro Nohet).

Otros lograron salvarse y han sido recuperadas e incorporadas al patrimonio de la urbe como can Muntlló, cánido Sisteré, perro Franquesa o bien can Mariner, una antigua masía del siglo XVII, que a fines del XIX fue la segunda residencia de los Roviralta, quienes la rehabilitaron y ampliaron.

En la década de los ochenta se convirtió en un centro de distrito (la recuperación de la masía y la plaza adyacente, fue obra del arquitecto colomense Xavier Valls, fallecido en el atentado de ETA contra los almacenes Hipercor).

La edificación más simbólico de aquella etapa es cánido Roig y Torres. El día de hoy transformada en escuela municipal de música, esta mansión, una de las más bonitas de la urbe, mezcla de forma armónica los estilos noucentista y modernista.

Fue construida entre mil novecientos seis y mil novecientos doce por Rafael Roig y Torres, un hombre potentado que, entre otros muchos cargos, ocupó los de cónsul de Uruguay en Barna y teniente de regidor en el Municipio barcelonés.

La repercusión de la colonia barcelonesa fue grande, pese a que las relaciones sociales entre turistas y nativos siempre y en toda circunstancia fueron muy clasistas: ciertos forasteros evitaban de manera deliberada el contacto con el pueblo liso, se refugiaban en sus torres con jardín y, como máximo, se dejaban ver en la misa del domingo.

La presencia temporal de estas familias adineradas supuso una mejora económica para un campo de la población colomense.

A solicitud de los turistas, el Municipio creó en mil ochocientos noventa y cinco la Celebración Mayor de Verano para cumplimentar y despedir a tan ilustres personajes.

No obstante, la vieja celebración de la patrona, el treinta y uno de diciembre, jamás dejó de festejarse.

Fiesta de Santa Coloma de Gramenet


En contraste con estas idas y venidas de familias ricas, se generan las 2 primeras oleadas migratorias modernas, si bien de muy reducidas proporciones: una procedente del interior de Cataluña y otra, de Aragón, que se conoció popularmente con 'apelativo de los maños.

En los dos casos las contrariedades de integración fueron mínimas. Se trataba de braceros, mano de obra agrícola.

El veintisiete de octubre de dos mil nueve su regidor, Bartolomé Muñoz (PSC), fue detenido por la Guarda Civil por supuesta implicación en un tema de corrupción (caso Pretoria), así como Macià Alavedra y Lluís Prenafeta, los dos relacionados con CDC.

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